No sabía que en un año alguien podría llegar a ser tan importante para mí.
Odio las despedidas, me hacen un patético nudo en la garganta. Aunque esto no es del todo una despedida. Pero echaré muchisimo de menos esa hora despues de lenguaje musical, cada martes y jueves. Y la bronca de las madres despues, porque llegabamos demasiado tarde a casa.
Pero valían la pena esos momentos, vaya que sí lo valían.
Gracias por estar ahí tanto en lo bueno como en lo malo. Por apoyarme y aguantarme en esos pequeños problemas con nombre de chico, por aunque costara, hacerme sonreir cada día.
Yo te prometo que te recordaré cada vez que escuche a Michael nyman, cada vez que vea un perro con un ojo de cada color.
Que especial eres jodida, no me vas hacer llorar.
Recuerda; solo olvidas lo que quieres olvidar.